Primero damos unas vueltecitas al arbol: nebari, conicidad, ramas servibles,... Nos centramos en el árbol que tenemos y no el que nos gustaría tener.
Podamos lo que para algunos es claramente descartable, aunque otros no lo veamos con tal claridad...
Y sopesamos los dos posibles frentes que según Juan serían viables, considerando la posición de las ramas de las que disponemos.


Podamos lo que para algunos es claramente descartable, aunque otros no lo veamos con tal claridad...
Y sopesamos los dos posibles frentes que según Juan serían viables, considerando la posición de las ramas de las que disponemos.
El maestro nos ayuda a decidirnos dibujando dos bocetillos.
No es un árbol muy dinámico, la verdad. ¡Hay que decidirse!
Por votación descartamos el que ilustra el dibujo de la derecha.
Asi que finalmente este es el comienzo del largo camino.
Si, si, sabemos que hay muchas cosas que mejorar, pero el árbol está en buenas manos, no os preocupeis.